EL DOCENTE MEDIA EL CONTROL DEL COMPORTAMIENTO DE LOS EDUCANDOS

El alumno debe aprender lentamente el control de su propia conducta. Sabemos que la impulsividad vacía el comportamiento en los aprendizajes.
La difícil tarea del control de la voluntad exige una paciente labor del mediador.

El logro de un cierto control sobre el propio pensamiento supone, entre otras cosas, ir más allá de los hechos y experiencias inmediatas e interactue con los demás.

      <!--[endif]-->La responsabilidad del proceso de aprendizaje propio hará que el alumno llegue a la convicción de que lo importante no es lo que el profesor enseña, sino lo que él aprende. Es fundamental que el alumno, adquiera habilidades y actitudes ligadas a la realización y  a responsabilizarse sobre su trabajo personal y en grupo. La intervención del profesor en este ámbito va encaminada a que el alumno construya criterios sobre las propias habilidades y competencias en campos específicos del conocimiento y de su propio quehacer como estudiante.
      La observación en el aula es una forma eficaz para que el profesor mejore su práctica doce. El profesor y los alumnos se convierten entonces en investigadores de su propia actuación. La observación en el aula contribuye a que los alumnos se sientan involucrados y corresponsables en el proceso de su propio aprendizaje y a que reflexionen sobre el mismo. 

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